Autoestima: aprender a querernos sin condiciones

Hay días en los que te miras al espejo y no te reconoces, no por el reflejo, sino por lo que sientes al verte. Tal vez te parece que no eres suficiente, o que te falta algo, o que todos a tu alrededor avanzan y tú simplemente… estás. Si alguna vez sentiste eso, no estás sol, lo que probablemente esté hablándote en ese momento es tu autoestima.

Lo que no nos enseñan sobre querernos

Desde pequeños aprendemos a sumar, a escribir, a comportarnos “bien”, pero muy pocas veces nos enseñan a querernos, a tratarnos con la misma ternura con la que trataríamos a alguien que amamos. En cambio, muchos crecimos creyendo que valemos por lo que logramos, por lo que parecemos, por lo que los demás piensan de nosotros. Sin darnos cuenta, empezamos a medir nuestro valor con una regla ajena.

¿Qué es realmente la autoestima?

La autoestima es la forma en que nos vemos y valoramos a nosotros mismos. Es cómo nos hablamos cuando fallamos, cómo nos cuidamos cuando nos sentimos mal, cómo nos animamos cuando nadie más lo hace.

Según el psicólogo Morris Rosenberg (1965), es una evaluación general que hacemos sobre nuestro valor como personas. Pero más allá de la definición técnica, autoestima es también ese susurro interno que te dice: “Estás bien así como eres. Incluso con tus errores. Incluso cuando te equivocas.”

Heridas que no se ven

La autoestima se forma desde la infancia, pero no siempre nace del amor. A veces se va llenando de grietas: una palabra dura, una comparación injusta, un amor ausente. Todo eso se queda con nosotros, muchas veces sin que lo notemos.

Según estudios recientes (Orth & Robins, 2014), las experiencias negativas tempranas tienen un gran impacto en cómo nos vemos a lo largo de la vida. Pero aquí viene lo más importante: la autoestima puede sanar. Podemos reconstruirnos. Podemos aprender a querernos de nuevo, incluso si nadie nos enseñó cómo.

Señales de que tu autoestima florece

  • Te permites equivocarte sin destruirte.
  • Agradeces tus logros, aunque parezcan pequeños.
  • Te alejas de lo que duele, aunque te cueste.
  • No te comparas con odio, sino con comprensión.
  • Empiezas a decirte “estoy orgulloso de ti”, incluso en voz bajita.

Cómo empezar a quererte otra vez

  • Cuida tu voz interna: ¿Te hablarías así si fueras tu mejor amigo?
  • Celebra tus avances: No importa si son pasos cortos, sigues caminando y eso está bien.
  • Rodéate de amor real: Personas que te hagan sentir en casa dentro de ti.
  • Practica la autocompasión: La psicóloga Kristin Neff (2003) lo dice claro: ser amable contigo mismo es un acto de valentía.
  • Sé paciente con tu proceso: No se trata de perfección, se trata de volver a ti.

Un recordatorio final

Tu valor no se mide en likes, títulos o dinero, tu valor ya existe. Está en ti, incluso en los días en los que te cuesta verlo.

Quererte no es ego. Es respeto. Es decir: “Soy humano, esta bien como soy y eso es suficiente”

Referencias

  • Rosenberg, M. (1965). Society and the Adolescent Self-Image. Princeton University Press.
  • Orth, U., & Robins, R. W. (2014). The development of self-esteem. Current Directions in Psychological Science, 23(5), 381–387.
  • Neff, K. D. (2003). Self-compassion: An alternative conceptualization of a healthy attitude toward oneself. Self and Identity, 2(2), 85–101.
  • Branden, N. (1994). The Six Pillars of Self-Esteem. Bantam.

Entradas relacionadas

También te puede interesar

Abuso

Como el abuso familiar deja huellas en el cerebro y en el cuerpo

Narcisismo

La comunicación de doble vínculo y su relación con el narcisismo parental, el abuso y el trauma relacional

Narcisismo

La parentalización en familias con padres narcisistas: cuando los roles se invierten

Narcisismo

Qué hacer cuando descubres que tu familia es narcisista y sabes que no habrá una reparación

Narcisismo

Padres narcisistas y el miedo como herramienta de control

Narcisismo

El rol del chivo expiatorio en la familia narcisista

Trauma

Trauma complejo: las cicatrices invisibles

Narcisismo

Familias narcisistas y el maltrato silencioso